XXII
LA SEU.
SONET.
Non est hìc aliud, nisi domus De(Dei)
et porta coeli. (Gen. Cap. 28)
Lo vot del Rey Conqueridó á María
Los ángels de les arts efectüaren,
Y á Morey y á Salvá los inspiraren
Aquexos murs de cèlica harmonía.
Alta, sublim, com la pregaria pía
Que en Santa Ponça los guerrers alçaren;
Ampla, espayosa com la Fe que´ns daren,
Y l´ardent Caritat qui los movía.
Les ones de la mar á sos peus baten;
Lo Sol en gòtich torreonat flameja;
S´hi alberga baix ses naus la nostra historia.
Oh majestat d´un Temps qu´ara combaten,
Tu faç que exclame l´extranjer que´t veja:
¡Ésta es Casa de Deu; ésta es la gloria!
Agost de 1881.
XXII
LA CATEDRAL.
SONETO.
El voto que, en medio de los revueltos mares, hizo á la Vírgen el Rey Conquistador, fué realizado en Palma por los ángeles de la Belleza: éstos inspiraron a los maestros Morey y Salvá, la edificacion de tan soberbios muros.
Alta es la Catedral, sublime, como la piadosa plegaria que, en la batalla de Santa Ponza, elevaron á Dios los guerreros peninsulares; ancha, espaciosa, como la Fe que nos dieron, y la ardiente Caridad que los movía.
El oleaje del Mediterráneo se retuerce á sus piés; el Sol flamea en sus galerías de góticos torreones; bajo sus naves alberga la historia mallorquina.
Oh esplendor de una Época hoy neciamente despreciada, tú haces que el Extranjero artista exclame, al verte: ¡Ésta es Casa de Dios; ésta es la Gloria!
(V. nota 17.)