XV
LA INNOCENCIA.
Candor lucis aeternae, et
speculum sinè macula...
(Eccles. Cap. 24)
Angel hermós de blanca vestidura,
Nevada flor, aucell del Paradís,
¡Oh! tu rodejas de graciós etcís
Los goigs primers de l´humanal criatura.
Harpa d´argent ne tocas en l´Altura
Y fas sonriure lo dormit infant,
Sobre bell núbol te contempla ´l sant,
Y resplendeys ab mágica hermosura.
Tu ets com la neu del cim de la montanya,
Portas mantell d´un blau primaverench,
Tos cabells rossos com lo blat junyench,
Ta cara símbol que puresa entranya.
Llum de l´aurora ta mirada banya,
Se fón la boyra, si tu vens, y´l glaç,
Floretes naxen á ton noble pas,
La pura estrella del matí´t companya.
Sobre la cresta de la blava oneta
Brilla ta imatge ab lo mirar del cel,
Ta veu ascolt de los xotets al bel,
Y en lo murmull de tendra colometa.
Ángel qui prens del nin l´oracioneta
Y l´ofereys á Deu en copa d´or,
Vína, no´t mogas de mon pobre cor,
Fés qu´al Cel vaja per la vía dreta.
Diada de Sant Agustí – 1880.
FÍ DEL LLIBRE SEGON.
XV
LA INOCENCIA.
Ángel hermoso de blanca vestidura, nevada flor, ave del Cielo; tú rodeas de gratos hechizos los primeros goces de la existencia humana. Tocas tu arpa de plata en el Altura, y haces sonreir al niño dormido; los santos te contemplan en la nube, que resplandece con mágica belleza.
Eres como la nieve de las altas cumbres; manto llevas de azul primaveral; tus cabellos son rubios, como en el mes de Junio las espigas del trigo; tu cara es el símbolo de la pureza. La luz de la aurora está en tus ojos; á tu presencia se deshacen las nieblas y los hielos; á tu paso nacen las florecillas; síguete de cerca el lucero de la mañana.
Sobre la cresta de la azul ondina, brilla tu imágen con la luz del cielo; escucho tu voz en el balar de los corderillos (cabritillos),en el arrullo de las tórtolas. ¡Oh ángel, que tomas la oracion del niño, y la ofreces á Dios en áurea copa, vén, no te muevas de mi pobre corazon, condúcele al Cielo por las más recta vía.